lunes, 31 de mayo de 2010

PROCESOS ESENCIALES: La adaptación de las especies a su entorno

Adaptaciones estructurales:

En el curso de la evolución, los organismos han experimentado sucesivas adaptaciones estructurales cuando el medio ambiente cambio o cuando emigraron a un nuevo medio ambiente. Como resultado de las readaptaciones sucesivas muchos organismos actuales poseen estructuras o mecanismos fisiológicos inútiles e incluso nocivos, que en un tiempo le brindaron ventajas manifiestas cuando el organismo estaba adaptado a un medio diferente.

Las adaptaciones de diversas partes de la boca de algunas animales a los alimentos que ingieren figuran entre las más sorprendentes que pueden citarse. Las partes bucales de algunos insectos están adaptadas para aspirar el néctar de ciertas especies de plantas; en otros, la adaptación es para chupar sangre por picadura o para mascar vegetales. Los picos de varias clases de aves y los dientes de algunos mamíferos pueden adquirir gran adaptación para tipos peculiares de alimentos.

Adaptaciones fisiológicas:

Uno de los tipos de mutaciones favorables es la que abrevia la temporada del crecimiento de un vegetal o del tiempo total necesario para que un insecto llegue a la fase adulta. Estas mutaciones permiten que un organismo sobreviva más alejado del ecuador, lo que le brinda nuevas áreas de espacio vital y nuevas fuentes de alimento.

Otros seres han resuelto el problema de vivir en las regiones polares mediante el recurso de quedar adormecidos durante la estación más fría o por migración. Muchas aves, pero solo unos pocos mamíferos emigran hacia el sur para evitar los crudos meses del invierno.

Adaptaciones al color:

Las adaptaciones para supervivencia son evidentes en el color y disposición de plantas y animales, así como en su estructura y procesos fisiológicos. Los especialistas en ecología reconocen tres tipos de adaptación al color: coloración protectora o de ocultación, que permite al organismo entonar con el fondo y pasar así inadvertido a sus enemigos; coloración de aviso, la cual consiste en tonos brillantes y visibles, llevados por los animales venenosos o de gusto repulsivo para advertir a los posibles enemigos de presa que vale mas que no los devoren, y mimetismo con el cual el animal toma el aspecto de otro ser vivo o incluso de un objeto inanimado.

La coloración protectora puede servir para ocultar al animal que desea escapar a un enemigo potencial, o ser adoptada por dicho enemigo con el fin de pasar inadvertido a su posible presa.
Adaptaciones mutuas entre especies:

La evolución y adaptación de cada especie no se ha cumplido en un vació biológico, independiente de las otras formas: antes al contrario, muchas especies ejercen influencia indudable sobre la adaptación de otras. El resultado ha sido que ciertos organismos vivan en estado de dependencia mutua de insectos.

Estos, son necesarios para la polinización de mucos vegetales; algunos dependen tanto de insectos que no podrían sobrevivir sin su presencia.
Adaptaciones de las Aves:
Anatomía y fisiología La mayoría de las aves puede volar y desciende de antepasados que podían hacerlo, aunque hay especies, que se han extinguido, que no eran voladoras. Además, el cuerpo de las aves está modificado para aumentar la eficacia del vuelo. Los huesos de los dedos y las articulaciones de las patas delanteras están fusionados formando un soporte rígido para las grandes plumas de vuelo de las alas. También existe fusión ósea en el cráneo y en la cintura pelviana, así se obtiene una mayor resistencia y ligereza. En las aves adultas muchos de los huesos están huecos, carecen de médula y están conectados con un sistema de sacos o bolsas aéreos dispersos por todo el cuerpo.
Adaptaciones de los vegetales al ambiente acuático.

Los vegetales acuáticos se distribuyen en el ambiente de las aguas oceánicas y en el de las aguas continentales. Las algas presentan modificaciones en su forma corporal, las cuales reflejan su adaptación a las condiciones de alimentación y de luminosidad de la zona en que se encuentran. Las algas presentan distinta coloración de acuerdo a las condiciones de luminosidad donde vivan. Las de la superficie del océano son de coloración verde, como el luche; las que viven a poca profundidad son cafés o pardas, como el cochayuyo; y las que viven a mayor profundidad son rojas, como las algas coralinas. El hecho de que presenten coloración distinta al verde no significa ausencia del pigmento verde clorofila para captar la luz solar, sino que se encuentra enmascarada por los otros pigmentos (café, rojo, azul, amarillo).

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